viernes, 30 de noviembre de 2012

No dejes de hacerte la prueba del VIH/Sida

Visitanos en: www.profamilia.org.co/vih/sida


Si alguna persona le informa que en el mundo hay 34 millones de portadores de VIH, los cuales un 50% son conscientes de que están infectados por el virus del sida, seguramente se sorprenderá pero no se sentirá aludido(a).

Más de un hombre o mujer piensan que nunca se van a infectar con el VIH, se sienten seguros ya que se encuentran casados o ennoviados o simplemente, hace tiempo se encuentran solos, sin embargo, para decepción de muchos, ninguno de nosotros está exento de infectarse con VIH.

En Profamilia aconsejamos a las personas que tienen vida sexual, independientemente de su edad, género, condición social o estado civil, que se hagan la prueba de laboratorio para detectar el VIH. Más de uno sentirá temor al realizársela pero debo recordarles que hoy día, la calidad de vida de los portadores del VIH es más saludable y productiva debido al acceso de medicamentos antirretrovirales.

¿En qué consiste la prueba?
 
Se toma una muestra de sangre que busca precisar si la persona está infectada con VIH. Esta prueba, llamada ELISA, determina los anticuerpos contra el virus que estén presentes en la sangre; Un anticuerpo es una proteína que los glóbulos blancos fabrican en respuesta a cualquier tipo de infección que ataque al cuerpo.

¿Cómo interpretar el resultado?
 
El resultado de la prueba puede ser:

•        REACTIVA (positiva): En este caso se repite la prueba antes de informarle el resultado al paciente, además, será necesario realizar otro análisis de una muestra de sangre confirmatorio, conocido como Wenstern Blot, mediante el cual se confirma la infección por el VIH.
 
•        NO REACTIVA (negativa): Significa que no hay evidencia por parte del laboratorio hasta el momento, de que usted no se encuentra infectado (a).

En algunos casos, el resultado puede ser INDETERMINADO, significa que no hay seguridad de que la persona esté infectada, en este caso la prueba deberá repetirse en seis meses.

IMPORTANTE:

La prueba no puede predecir si usted permanecerá saludable, ya que con el paso del tiempo presentará síntomas o desarrollará el SIDA, dado que el conjunto de signos generados por la enfermedad compromete el sistema inmunitario (de defensa) de una persona infectada por el VIH, la cual se verá comprometida su salud.
 
 Hazte la prueba ELISA, la prueba del VIH/SIDA en Profamilia
 
¿Qué hacer si la prueba confirmatoria resulta ser REACTIVA (positiva)?


1.      Busque inmediatamente asesoría y apoyo psicológico para atenuar la reacción emocional (ansiedad o depresión) que usted puede sufrir al conocer el resultado. En Profamilia, el paciente recibe esta asesoría antes y después de hacerse la prueba.


2.      Recuerde que las vías de transmisión del virus del VIH son tres:
•        Sexual (relaciones sexuales sin protección)
•        Prenatal (de la madre al hijo) o por la leche materna
•        Intravenosa (por compartir agujas, instrumentos quirúrgico u odontológico o cuchillas de afeitar)


3.      Asesórese, ya que ninguna persona viviendo con VIH/SIDA debe ser discriminada, lo cual quiere decir que el hecho de ser portador no podrá ser excusa para:

•        Negarle atención médica u hospitalaria ni el suministro de medicamentos o tratamientos.
•        Expulsarlo del empleo o establecimiento educativo o separarlo del grupo familiar.
•         Recluirlo o someterlo a cuarentena
•         Negarle o limitarle algunos de sus derechos.


El portador de VIH tiene el deber de evitar la propagación del virus (infectar a otras personas) y por ello debe informarse y tomar todas las precauciones necesarias.


¿Qué hacer si la prueba resulta ser NO REACTIVA (negativa)?
 

La persona debe asegurarse de que su salud sexual no se vea afectada en el futuro. Desde el momento en que recibe la prueba negativa, tiene que extremar las medidas de precaución  y acordar con la pareja el uso del preservativo o la fidelidad mutua. De ninguna manera, una prueba NO REACTIVA asegura de por vida a nadie.
 
 
 
RECUERDA TENER PRACTICAS SEXUALES RESPONSABLES, SÍ AL CONDÓN PARA EVITAR EL CONTAGIO.  
 
 
*Adaptado de instructivo de PROFAMILIA

jueves, 29 de noviembre de 2012

La violencia no cesa

Es difícil creer que unas 8.000 personas padecieron este delito, según las denuncias reportadas en la línea gratuita que tiene el Gobierno nacional para estos casos. Es el mismo número de llamadas recibidas el año pasado, es decir, que el fenómeno de trata de personas sigue en aumento porque seguramente existen muchos casos más que nunca son conocidos por las autoridades o familiares.


La Organización Internacional contra las Migraciones (OIM) define la trata de personas como un delito caracterizado por el traslado dentro o fuera del país a una persona con fines de explotación que puede ser sexual, laboral, mendicidad ajena, matrimonio servil, entre otros, sin importar el género, edad o lugar de origen de las potenciales víctimas.


La trata de personas es el claro ejemplo de la violación de uno de los derechos sexuales de todas las personas: “todos y todas tenemos derecho a vivir la sexualidad sin violencia, coacción, abuso, explotación o acoso”. Colombia es conocida como un país de origen de víctimas de la trata de personas, principalmente en modalidades como la explotación sexual, los trabajos forzados y el matrimonio servil.


La ONU, a través de su oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNOCD), ha llamado la atención sobre las diversas formas encubiertas que tienen las redes internacionales de trata de personas; a través de internet, redes sociales, agencias de modelos, ofertas de trabajo y muchas otras trampas en las que caen hombres y mujeres.


El silencio de las víctimas, por vergüenza o temor, hace difícil la detección de estos delincuentes. Según Naciones Unidas, menos de uno de cada 20 casos de trata de personas llega a ser conocido por las autoridades.

Ingresa a www.profamilia.org.co/avise

viernes, 23 de noviembre de 2012

Maltratadores y maltratadas

Imagínese en este instante que está rodeado por cinco mujeres de su familia (mamá, abuela, tía, hermana, hija, prima, novia o esposa); ahora suponga que le cuentan que dos de esas mujeres son maltratadas por un hombre.
 

 ¿Cómo se sentiría usted? ¿Qué reacción tendría? ¿Reaccionaría igual si el hombre que ha insultado, pellizcado, golpeado o violado a esas mujeres ha sido usted?
 

La Encuesta Nacional de Demografía y Salud de Profamilia (ENDS, 2010) reporta la cifra vergonzosa de un 37 por ciento de mujeres que admitieron ser víctimas de maltrato por parte de su pareja, incluyendo el ex-novio o ex-esposo, con conductas que van desde el zarandeo, golpes con la mano o con algún objeto, amenazas con armas o intento de homicidio.
 

El 65 por ciento de las colombianas encuestadas reconocieron que sus parejas las controlan de diversas formas, como obligarla a decir adónde va, ignorarla, acusarla de infidelidad, prohibirle las visitas de amigos o familiares, humillarla en público y en privado, amenazarla con quitarle los hijos o con el apoyo económico.
 

Uno puede pensar que la violencia contra las mujeres se da hacia las  adultas y en los estratos más pobres. Pero no es así: el informe Forensis de Medicina Legal afirma que las niñas entre 10 y 14 años también son maltratadas por su pareja.
 

Los novios, por ejemplo, tratan de controlar a sus chicas con jalones de pelo o empujones sutiles, casi imperceptibles, con  celos porque se tiene un imaginario donde los celos son igual al amor puro y verdadero, con las  prohibiciones de contacto con sus amigos, o sencillamente ingresando a sus redes sociales y correos electrónicos con el pretexto de que deben fortalecer la confianza. Desde este momento empieza la escalada de violencia hacia la mujer.
 

¿Quiénes pueden ser maltratadores?
 

Primero debemos decir que no existe un perfil único que los identifique pero …
 

• El maltratador tiende a ser susceptible ante cualquier detalle que le contraríe. Por ejemplo: el hombre que se enfada con su mujer porque, al llegar tarde en la noche a su casa, encuentra que la comida está fría y ella le dice que seguro no la calentó suficiente porque está cansada y con sueño. Este hombre se irrita, no atiende excusas y busca aumentar la rabia con críticas, amenazas o golpes.
 

• Controla poco sus impulsos, impulsos que se agravan cuando están borrachos, drogados o, incluso, muy estresados. Por lo general, se han comportado así desde su infancia y han tenido relaciones conflictivas con sus padres, hermanos y parejas anteriores.
 

• Puede mostrarse como seguro, confiado y con una sonrisa arrolladora pero, en el fondo, son desconfiados, con una pobre autoestima y poco autocontrol.
 

• Suelen depender emocionalmente de su pareja.
 

• Suelen ser celosos.
 

• Pueden manejar sentimientos contradictorios de mucho amor hacia ella pero le muestran hostilidad al mismo tiempo; tienden a ser machistas y duros críticos de las mujeres.
 

 ¿Quiénes son las mujeres maltratadas?
 

• Pueden ser mujeres pobres y analfabetas o altas ejecutivas o intelectuales, con una baja autoestima y poca valoración de sí mismas. Creen que son las culpables del maltrato al que son sometidas y buscan cientos de maneras de agradar al victimario con la esperanza de que cese la violencia.
 

• Tienen miedo a la soledad
 

• Tienen un falso concepto de pareja y arman un castillo de fantasías.
 

• Pueden sufrir el Síndrome de la mujer maltratada en el que ella suspende todo juicio crítico al agresor y a ella misma para adaptarse a la violencia y preservar su identidad sicológica. Esta situación paradójica explicaría el por qué defienden al maltratador e incluso lo sacan de la cárcel en contravía de los consejos que le brindan sus familiares y las autoridades.
 
 
 La única forma de acabar con la violencia hacia las niñas, adolescentes y adultas es decir ¡No más! Pero no es tan fácil esta tarea porque influyen varios elementos que desencadenan y perpetúan el ciclo de maltrato. Si los conocemos e identificamos estamos contribuyendo en algo a erradicar este delito que acaba la salud y vida de millones de mujeres en el mundo.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Prevenga el abuso de niños y niñas

Muchas veces podemos pasar por inocentes ante un abuso sexual porque pensamos que el abusador es alguien con facha de delincuente y no nos imaginamos a un familiar u otras personas de nuestra confianza haciéndole daño a un niño o niña.
 
Sabias que …  El 90% de los abusadores de niños y niñas son familiares.
 
Para que este delito horroroso no pase inadvertido por algunos de nosotros es preciso conocer esas señales de abuso sexual que los niños y niñas envían ya sea a través de conductas de rebeldía, llanto, insomnio e incluso mojándose los pantalones sin causa aparente.


•         El pequeño se niega a quedarse con una persona, familiar o no, a pesar de su insistencia. Si esto ocurre más de una vez ponga atención porque seguramente detrás de ese rechazo hay maltrato o abuso.

•         El niño o niña se resisten a subirse al carro de la ruta escolar o le pide reiteradamente que sea usted quien lo lleve a su colegio sin darle mayores explicaciones. Los adultos tendemos a subestimar estas peticiones sin verificar que realmente no sea un capricho infantil.

•         Usted encuentra la ropa interior de su hijo o hija manchada con sangre o secreción amarillo-verdosa. Esta señal es inequívoca de abuso sexual y debe actuar con prudencia pero sin demoras.

•         El niño o niña se rascan los genitales o el ano y el médico descartó alguna infección. Igualmente, si el pequeño se masturba con insistencia o empieza a hablar con lenguaje soez y usted está seguro de que en la casa no se habla de esa manera, póngase alerta.

•         Inexplicablemente, su hijo o hija empiezan a dibujar en cuadernos o paredes a adultos desnudos acompañados de niños. Trate de indagar el origen de esta conducta sobre todo si en su hogar no existen tales costumbres.

•         El menor tiene pesadillas, no quiere comer o dormir, se angustia ante cualquier ruido, teme salir o quedarse solo o se hace popis en su ropa interior.
Más información en: www.profamilia.org.co/avise

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Los horrores del abuso sexual infantil

Cada día son llevados al Instituto de Medicina Legal dos menores de edad que han sido víctimas de abuso sexual.
 
 
Triste reconocerlo pero es así: no queremos a nuestros niños y niñas y, mucho menos, no los protegemos.
 
 
El año pasado se registraron 17.628 infantes abusados en todo el país, sin contar los numerosos casos que no son denunciados. Según Medicina Legal, Bogotá es la región donde se presenta la mayoría de abusos, con 3.783 afectados,  seguido de Antioquia y Valle.
 
 
Las niñas entre 5 y 14 años son las víctimas más afectadas ya que en ocho de cada diez reportes aparecen tristemente como protagonistas. Los niños no están exentos de este terrible delito: los hombres entre 5 y 9 años constituyen las principales víctimas infantiles del abuso sexual en Colombia.
 
 
Para cerrar este panorama desalentador, el Instituto de Medicina Legal informa que más de 2.500 niños y niñas entre 0 y 4 años fueron abusados en el último año.
 
 
Según la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (UNICEF), el abuso sexual se define como toda clase de contactos e interacciones entre un niño y un adulto cuando este último (agresor) usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual puede ser también cometido  por una persona menor de 18 años cuando ésta es significativamente mayor que el niño (víctima) o cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre otro.
 

El abuso sexual  incluye propuestas verbales explícitas, caricias, estimulación de los genitales, penetración oral, anal o vaginal, con intimidación o con consentimiento de la víctima; es decir, que no se requiere amenazar u obligar al niño para que el acto se califique como un abuso sexual.
 

El exhibicionismo o mostrarse desnudo o en actitudes sexuales explícitas frente al niño también está incluido dentro de las categorías del abuso sexual. De igual manera, la explotación sexual infantil en la que el abusador persigue un beneficio económico a costa de su víctima; dentro de la explotación infantil se incluyen la pornografía infantil, la prostitución infantil y la trata comercial de niños.
 
El abuso sexual es la forma más aberrante del maltrato infantil y debe mirarse como un delito que no se puede esconder. Desde Profamilia, declaramos que todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir una infancia feliz, libres de coerciones, violencia e irrespeto por su cuerpo.

jueves, 1 de noviembre de 2012

La violencia Intrafamiliar muchas veces suele ser imperceptible

La violencia intrafamiliar se comprende menos que otro tipo de violencia ya que en la primera es alguien conocido que maltrata, hiere e incluso, mata a otra persona que dice amar. Es el esposo, el ex-marido, el novio o novia, el papá o mamá, el hermano mayor, el tío o abuela, es finalmente esa persona que llega a lastimar sicológica, física, sexual o económicamente sin importarle las secuelas que le dejará a su víctima.


Hoy vamos a destacar algunos elementos, a veces imperceptibles, que forman una especie de caldo de cultivo para el abuso y maltrato domésticos. Hoy los llamamos  ingredientes porque, poco a poco, van amasando el plato principal de la violencia que mata el alma y la vida de millones de personas.

Ingredientes para amasar la violencia en tu familia


• El adulto que acostumbra emborracharse o consumir drogas y que llega a casa a gritar y exigir que le atiendan porque es quien lleva la plata a su casa. Esta persona, por lo general el hombre, encuentra una madre o pareja sumisas que le temen y evitan a toda costa agravar la rabia y patanería del victimario.


• El novio que “acostumbró” a su pareja a no mirar ni saludar a sus amigos, a vestirse como sólo a él le gusta, a pedirle permiso para salir incluso a visitar a su familia y a abandonar su trabajo o estudios. Al comienzo él le insinuaba las restricciones pero, gradualmente, fue haciéndose más exigente y se encargaba de recordarle sus prohibiciones con mechoneadas de cabello, pellizcos sutiles o amenazas de dejarla.


• La familia donde las niñas son obligadas desde pequeñitas a atender a “los hombres de la casa”, incluyendo a los tíos y cuñados. Muchas de estas niñas y adolescentes tienen que dejar de ir a sus colegios porque deben cuidar a sus hermanitos o abuelos mientras los hombres van a estudiar o trabajar. Lastimosamente, las mamás siguen pegadas a estos estereotipos de género que impiden a sus hijas educarse y emanciparse.


• La falta de amor y diálogo en los hogares, que afecta especialmente a los menores. Niños, niñas y jóvenes que no son escuchados por sus padres, que permanecen solos o son abandonados y que se sienten amados por sus amigos o por extraños. Además, existe una cantidad inmensa de pequeños violentados sexualmente que se sienten desprotegidos por sus padres negligentes o cómplices ante un abuso que es casi visible.


• Las actitudes machistas en las familias, transmitidas en especial por las madres, que colocan a los hombres en el papel de “jefes de hogar” y con dominio sobre el resto de la familia. Algunos  conceptos religiosos o culturales perpetúan la creencia de que las mujeres tienen derecho a opinar pero la decisión final en sus casas le corresponde al hombre; este machismo facilita enormemente el abuso del poder y coarta la libertad y dignidad de los demás miembros de las familias.

Los invitamos a revisar si estos ingredientes amasadores de violencia están presentes en tu familia para que, a tiempo, se detenga un fenómeno triste y lesivo para la vida de las personas. !No más violencia en los hogares!.

Más información en www.profamilia.org.co o escribe al correo tusexologa@profamilia.org.co