lunes, 24 de junio de 2013

Los kilos de más te pueden alterar tu vida sexual

Los gorditos y gorditas tienen fama de ser bonachones,  buena gente y con alto sentido del humor; incluso, se dice que no tienen problemas para disfrutar del sexo.

Aunque esto puede ser verdad en la mayoría de los que están pasaditos de kilos, se conoce que los obesos, es decir, los que su índice de masa corporal es mayor de 30 (el
índice de masa corporal  resulta de dividir el peso en kilogramos por el cuadrado de la altura en metros), pueden presentar serias dificultades en su vida sexual. Veamos por qué:

El aumento en el crecimiento de la barriga aumenta la posibilidad de daño al endotelio que es la capa interna de los vasos sanguíneos. ¿Qué sucede cuando un hombre tiene más de 102 cm de cintura o la mujer mide más de 88 cm? Esa grasa abdominal en exceso no se metaboliza como las otras grasas del cuerpo, lo que se refleja en la formación de depósitos grasosos en las paredes de las arterias que dificultan el paso de la sangre y las vuelve menos elásticas.

Estos procesos fisiológicos producen alteraciones cardiovasculares, hipertensión, diabetes, aumento del colesterol y los triglicéridos y disfunciones sexuales.

 Afirma el siquiatra y sexólogo  Adrián Sapetti, en un reciente artículo denominado “Obesidad, enemiga del sexo” (www.sexovida.com): “Hay grados de obesidad en la que, los varones, no llegan a verse los genitales y se les dificulta hacer ciertas posiciones coitales. Suelen tener tan desajustados las variables metabólicas (el colesterol y los triglicéridos altos, diabetes, hipertensión) asociadas a la vida sedentaria que, en muchos casos, deriva en un cuadro de impotencia franca, la cual por supuesto debe ser tratada específicamente con los nutricionistas y especialistas clínicos”.

Los hombres con sobrepeso y disfunción eréctil presentan problemas de autoestima y de inseguridad en su desempeño en la cama. Frases como “se me ha puesto chiquito” o “no alcanzo a verlo”, son comunes en los pacientes que tienen sobrepeso e impotencia.

Con este panorama oscuro vale la pena revisar nuestra calidad de vida y empezar a disminuir los factores de riesgo (grasas saturadas en las comidas, tabaquismo, falta de ejercicio, consumo frecuente de alcohol, hipertensión o diabetes sin tratar y control de peso, entre otros) para evitar no sólo accidentes cerebrales o cardíacos, diabetes, osteoporosis, sino también problemas sexuales. Y dejemos de mirar con admiración a las barrigas “cerveceras”.

viernes, 14 de junio de 2013

Feliz Día del Padre

Hace algunos años, el día del padre no se celebraba ruidosamente como ocurre hoy en día; algunos bromeaban y trataban de explicar la aparente apatía hacia esa fecha,  argumentando que a los papás no se les quería igual que a las mamás. Por fortuna, poco a poco se ha ido desmitificando la creencia de que los padres de familia “valen menos” que las madres gracias a la nueva actitud de los hombres que cuidan y atienden a sus hijos, incluso muchos de ellos solos sin la compañía de una mujer.
 
 
Tiempos atrás nadie se imaginaba a un futuro papá acompañando a su esposa a hacerse una ecografía y menos aún cambiando los pañales sucios de su bebé. Ya muchos hombres han entrado en la onda de los padres que llamo “peluches”, en el sentido de que son tiernos, amorosos y dedicados a sus hijos e hijas desde que nacen.
 
 
La experiencia de ser papá es única y cada hombre la vive de manera diferente. Algunos son parcos y observan de lejos la forma como la mamá cuida de su hijo; otros demuestran el afecto sin que les dé pena e incluso se atreven a hablarle al bebé a media lengua, cosa que nunca antes nos hubiéramos imaginado de los hombres.
 
 
Culturalmente se cree que los papás son los garantes de la disciplina y el control de la conducta de los hijos, mientras que las mamás simbolizan el amor y entrega incondicionales a su prole. Sin embargo, la evolución de las sociedades ha diluido estos roles, ya sea por necesidad, por subsistencia u otras razones.
 
 
A diario, vemos a papás solteros, viudos o separados, que han sacado adelante a sus hijos y les ha tocado liberar “su lado femenino”, especialmente cuando tienen hijas a su cargo. De verdad me tocó profundo en el corazón,  cuando escuché a un papá la manera como le explicaba a su niña de 11 años la forma correcta de usar las toallas higiénicas.
 
 
Los padres modernos tienen un protagonismo real en el vínculo con sus hijos; del antiguo proveedor y figura de autoridad, casi que de miedo, el nuevo papá ha pasado a involucrarse de lleno en la preparación de los biberones, en la guía para las tareas escolares o en llevar al pequeño a la cita médica.
 
 
Bienvenidos estos nuevos padres “peluches” que gozan la crianza de sus hijos e hijas y fomentan así una nueva relación padre-hijo que ayuda a la construcción de un mundo mejor.
 
 
¡FELIZ DÍA DEL PADRE!

jueves, 6 de junio de 2013

¿La ternura en los hombres es un imposible?

Es verdad que   “Los varones no lloran, que eso es un tema de mujeres?” Qué tan cierto es que los  “Los pollitos son para que los cuide la gallina” (en referencia al cuidado de los hijos por parte exclusiva de la mamá).

No se sabe desde cuándo a los hombres se les negó la posibilidad de expresar abiertamente sus emociones y sentimientos haciéndoles creer que la masculinidad debe estar ligada a la rudeza y la violencia. Se cree que  factores sociológicos, antropológicos, culturales y religiosos, se unieron para que la humanidad construyera un modelo de hombre duro e insensible en contraposición a la mujer tierna y débil.

Gracias a los conceptos modernos que han propuesto nuevos modelos de masculinidad, la ternura se ha ido apoderando de los corazones y gestos de nuestros hombres. Si le preguntamos a los jóvenes, por ejemplo, muchos opinan que el llorar o cargar a un bebé, no les disminuye su hombría.

¿Qué argumenta un hombre  para negarse a ser tierno con sus hijos, su esposa o sus padres?

Veamos algunas razones declaradas por ellos mismos:
  •   Sería objeto de burla de los amigos
  •   Se la montarían y perderían su poder o prestigio
  •   El abrazo y la melosería son “cosas de mujeres”
  •   El contacto de dos hombres es sólo para los maricas
  •   Las muestras de cariño les crispan los nervios o los ponen de mal genio
  •   Si eres tierno, te ven ridículo o muestras tu lado débil

La educación machista junto con la ausencia de un padre amoroso, estilo “peluche”, que exprese abiertamente su amor y no tema abrazar o besar a sus pequeños, son quizás, las dos principales explicaciones a la falta de ternura de los hombres. Sin embargo, los mensajes de los medios, la publicidad y la música, siguen haciendo mella en la carencia afectiva masculina.

Muchas canciones modernas, por ejemplo, siguen insistiendo en mensajes de  hombres insensibles que deben mostrarse como unos “machos” que soportan el dolor y el desamor en silencio o con agresividad: “no soporto que me dejes porque te amo y por eso te mato”.

Ternura es sinónimo de ser humano, independiente del género. No es menos hombre el que acaricia, el que besa o el que dice un “te quiero” de vez en cuando.