martes, 30 de septiembre de 2014

Embarazo en adolescentes: cinco consejos para los jóvenes

Esta nota es hecha para ti, joven adolescente que aún no has cumplido los 14, 16 o 18 años, pero que sientes que tus emociones  y tu cuerpo han abandonado la infancia y te han convertido en alguien diferente que aprende a ser adulto.

Seguramente has escuchado hablar de los embarazos adolescentes, o quizás has conocido a alguien en tu barrio o colegio que está esperando un bebé. Es posible que te sientas ajeno a esa situación porque aún no has tenido novio o novia, o porque ya tienes pareja pero se protegen para evitar “una embarrada”.

Sin embargo, es conveniente que sepas que a cualquiera le puede ocurrir eso, sea joven o adulto como  ya lo son tus padres. La gran diferencia entre ellos y los jóvenes o niños como tú, es que existen momentos en la vida hechos para diferentes cosas. Por ejemplo, los niños deben jugar y estudiar mas no trabajar; o los adolescentes deben estudiar, divertirse con los amigos y prepararse para la vida, pero no están preparados para ser padres con todas las responsabilidades que eso trae.

A los padres adolescentes hay que apoyarlos y eso no tiene discusión. Pero, como más vale prevenir que lamentar una situación embarazosa – valga el término – como lo es tener bebés antes de lo programado, te invito a revisar estos consejos que seguro compartirás con tu pareja o tus amigos:

1.       Entérate de los métodos de planificación que hay disponibles para chicos de tu edad. En Profamilia contamos con un centro para jóvenes en donde puedes recibir una asesoría especial gratis de parte de profesionales que no te van a juzgar ni a criticar. No te dé pena hablar del tema, lee en internet o atiende las charlas de educación sexual que brinden en tu colegio o universidad.

2.       Todas las personas, desde que llegamos a la adolescencia, tienen la posibilidad de enamorarse y tú no eres la excepción. Es posible que en este momento solo pienses en jugar, salir con tus padres o escuchar música, pero llegará pronto ese bello momento de tu vida en que sentirás cosquillitas cuando veas o pienses en alguien. Reconocer esto no es pecado ni te hace mejor o peor que los otros jóvenes.

3.       Trata de tenerle confianza a tus padres o a otros adultos  para que te escuchen y resuelvan inquietudes. No creas que todo lo sabes en cuestiones de amor; tus amigos te apoyan “pa las que sea” pero puede que estén igual que tú de desinformados en aspectos importantes de la vida, y pueden llevarte a cometer errores. Conversa con tu mamá o papá o con el sicólogo, pero no te guardes las dudas.

4.       Si ya estás ennoviado pero temes que tus papás se enteren y te castiguen, procura llevar con mesura esa relación. Lo ideal es que le cuentes a quien más le tienes confianza, pero procura mientras tanto, evitar situaciones de riesgo que pueden llevar a embarazos no deseados, como una cita en parques o sitios solitarios, o bajo efectos de los tragos. Cuidar tu cuerpo y tu salud son los primeros pasos para que tu sexualidad sea sana y feliz.

5.       Empieza a planificar desde antes de iniciar una relación sexual. Recuerda que acariciarse y tocarse, aún sin penetración, pueden conducir a embarazos, de modo que habla con tu pareja para que se cuiden responsablemente; eres muy joven para cambiar los libros o los amigos por un bebé de carne y hueso. Trabaja por tu proyecto de vida y asume con seriedad tu sexualidad.

La explotación sexual y trata de personas

*Carmen es una chica de 23 años, desesperada porque no encuentra empleo desde hace un año y cansada de enviar hojas de vida. Espera una llamada de una agencia de modelaje que prometió enviarla a Europa a cambio de sus ahorros. Tiene toda la esperanza puesta en esto.

*El pequeño Kevin de tan solo 8 años tiene una ayuda económica del señor que conoció hace unos meses en la plaza de mercado. El hombre en cuestión le da unos pesos a cambio de algunas visitas que el niño le hace en su apartamento lujoso. Kevin no entiende por qué su amigo le toma fotos desnudo junto con otros niños mientras les hace “cosas” en sus cuerpos.

Estos dos ejemplos son tomados de historias reales de personas de todas las edades que son engañados y explotados con fines de esclavitud económica o sexual, aprovechando su vulnerabilidad o condición económica. Las víctimas son en su mayoría, niños, niñas, adolescentes y mujeres, aunque los hombres no están exentos de ser explotados.

La trata de personas, llamada anteriormente trata de blancas, es llamada “la esclavitud del siglo XXI”, puesto que involucra el traslado forzoso o mediante engaño de una o varias personas a lugares diferentes de su lugar de residencia, la privación total o parcial de su libertad y la explotación laboral o sexual, a cambio de poco o nada de dinero.

Este delito viene aumentando en todo el mundo y es aprovechado por bandas organizadas en las comunidades pobres o que viven migraciones importantes por los conflictos armados. Según cifras de la ONU,  en 137 países se ha explotado a víctimas de por lo menos 127 estados, y en más de 20 países, especialmente de Europa, el Oriente Medio, Asia Central y África, se han encontrado víctimas provenientes de Asia Oriental.

En Europa, unas 140.000 mujeres son explotadas sexualmente, y una de cada siete trabajadoras sexuales ha sido esclavizada en la prostitución a costa de su libertad y dignidad. La Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (UNOCD) revela que una de cada cinco víctimas de la trata de personas son niños, y las mujeres equivalen a dos tercios de estas víctimas.

Colombia es uno de los países con el mayor número de mujeres y niñas que son trasladadas a América Latina, el Caribe, Norteamérica, Europa Occidental, Asia y Medio Oriente, con el fin de explotarlas sexualmente. El Informe publicado por la Oficina de Vigilancia y Lucha contra la Trata de Personas del Departamento de Estado de Estados Unidos (2010), describe al matrimonio forzado, la servidumbre doméstica involuntaria y la mendicidad como factores de riesgo en la trata de personas; mientras tanto muchos menores son obligados a trabajar en minas, canteras o a pedir limosna en las calles.

El turismo sexual infantil y el reclutamiento forzado por parte de grupos armados al margen de la ley también crecen de manera alarmante en todo el mundo a pesar de los tratados y convenciones y normas diseñados para frenar este aberrante tráfico humano.

 *Nombres ficticios.

Fuentes:  http://www.unodc.org/toc/es/crimes/human-trafficking.html

www.mininterior.gov.co/mision/direccion-de-gobierno-y-gestion-territorial/grupo-de-lucha-contra-la-trata-de-personas

jueves, 25 de septiembre de 2014

Embarazo adolescente: cinco estrategias preventivas para padres

Esta semana se desarrolla en Bogotá la llamada Semana Andina de la Prevención de Embarazos en Adolescentes, por los Ministerios de Educación, de Salud y de la Protección Social, el ICBF y otras entidades más, las actividades que se van a desarrollar durante estos días serán la antesala al Día Nacional de la Prevención del Embarazo Adolescente que se celebra este viernes 26 de septiembre.

No deja de ser preocupante que niñas de 11 años ya estén teniendo bebés como viene ocurriendo entre los wayúu del departamento de la Guajira. O que una de cada cinco niñas de 17 años ha estado embarazada alguna vez, y una de cada tres a los 19 años, según la encuesta ENDS 2010 de Profamilia.
Ver: http://www.profamilia.org.co/encuestas/Profamilia/Profamilia/

Cada día las ciudades colombianas o las zonas rurales ven crecer a muchas de sus adolescentes con niños en brazos a cambio de sus muñecos, o se conocen datos que revelan que un alto porcentaje de menores de 14 años que han estado embarazadas, sus parejos son hombres adultos. Esta situación no deja de encender las alarmas de una socied
ad que sigue considerando a las niñas como personas asexuadas, o que muchas de ellas son abusadas en sus propios hogares mientras que en otras familias no existe una mínima educación sexual .

Entidades privadas como Profamilia vienen ofreciendo desde hace varias décadas diversos programas dirigidos a los jóvenes para que aprendan a construir su sexualidad libre y responsablemente. Pero los papás y mamás siguen atascados entre callarse y “no tentarlos” con temas de sexo por un lado, o hablarles abiertamente sin tapujos.

¿Qué pueden hacer los padres de familia para prevenir embarazos adolescentes?

1.       El diálogo, la confianza y una buena comunicación son las bases para que un hogar construya una sexualidad sana en todos sus miembros. Un niño o niña que saben que sus padres les ayudan a resolver sus inquietudes en temas “escabrosos” como los sexuales, serán adolescentes que seguirán confiando en esos adultos para entender los cambios propios de la vida.

2.       La educación sexual enfocada en el No, en el castigo o la represión, han demostrado que obliga a los adolescentes a esconder o mentir en lo que concierne a sus amigos, sus relaciones amorosas y su vida en general. El miedo conduce a tener conductas de riesgo y un ejemplo real de ello es que las chicas esconden las píldoras anticonceptivas para que sus padres no sepan que tienen una vida sexual activa, y esto las hace olvidarse de tomarlas con regularidad facilitando un embarazo.

3.       Un niño o adolescente necesita sentirse amado y atendido. Las ocupaciones diarias hacen que les dediquemos poco tiempo a los hijos o que deleguemos la función de padres a los abuelos o empleadas. Los padres “modernos” no sacan el ratico para conversar con sus hijos, escuchar su música o conocer a sus amigos. Muchas veces, ni siquiera saben que su hija tenía novio y solo se enteran cuando ella les cuenta que está esperando un bebé.

4.       Si dedicamos tiempo a nuestros menores podremos entonces conocer sus tristezas y preocupaciones para poder apoyarlos a tiempo. Sé su amigo sin perder la autoridad que tienes como padre o madre. En la adolescencia, los chicos necesitan unos límites claros y reglas precisas para fortalecer su madurez, pero simultáneamente requieren amor, comprensión y más amor.

5.       Los adolescentes son sujetos de derecho, es decir, que tienen todo el derecho a expresar su sexualidad mediante los amigos, las salidas en grupo y la vida en pareja. Encerrarlos, golpearlos o chantajearlos son conductas dañinas que atentan contra su libertad y autonomía. Habla, escucha, negocia con ellos y enséñales a tomar decisiones asertivas basado en el respeto y el cariño; estas son las mejores herramientas para evitar que un embarazo los conviertan en adultos a la fuerza.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Las mujeres que estudian quieren menos hijos

Desde hace varias décadas viene presentándose una disminución mundial en el número de hijos que tienen las mujeres y Colombia no es la excepción. De acuerdo con investigaciones de Profamilia, una mujer tenía siete hijos en promedio hace cincuenta años, pero hoy ha bajado esa cifra a 2.1 hijos.

El ginecólogo Juan Carlos Vargas, director de Investigaciones de Profamilia, afirmó al diario virtual Colombia.com que este cambio se debe “a la mejora de educación de las mujeres. La participación más abundante y consistente de la mujer en el mercado laboral ha hecho que ella empiece a ejercer ese derecho de tener el número de hijos que quiere tener”.

La investigación de Profamilia muestra que las mujeres con niveles de estudios superiores, que han llegado a la universidad, tienen 2.4 hijos en promedio, versus las mujeres con bajo nivel educativo que llegan a tener 4 hijos promedio. (ENDS 2010 Encuesta Nacional de Demografía y Salud)

¿En realidad, las mujeres más estudiadas tienden a llenarse menos de hijos? 

Algunos estudios confirman esta apreciación. Mientras más nivel educativo tenga una mujer, menor será la expectativa de embarazarse; al menos es lo que expone la escritora y periodista británica Helen Croydon en su próximo libro Screw the Fairytale (traducido como Que le den al cuento de hadas), cansada de recibir críticas porque no quiere tener hijos: “la gente no comprende que puede darse el caso de que una mujer simplemente quiera una vida agradable, sin el estrés de tener hijos, que quieran viajar o progresar en su carrera… hay muchas cosas que podemos hacer sin tener una familia”, afirma contundentemente esta mujer.

Este es el caso de mujeres que no tienen hijos porque simplemente no los desean y por ese hecho no deben ser criticadas ni miradas como bichos raros. Pero hay otro grupo de mujeres que quieren ser madres porque lo ven como un ideal, pero también desean estudiar, trabajar y realizarse en otros aspectos de su vida. 

Algunos estudios han ido más allá y afirman que las mujeres tienen menos hijos mientras sean más inteligentes. El sicólogo de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, Satoshi  Kanazawa encontró en estudios realizados en Reino Unido (2013), que el deseo de la mujer de tener hijos disminuye un 25% por cada 15 puntos de coeficiente intelectual adicionales.

Las teorías demográficas de la ONU apuntan a concluir que el nivel económico está relacionado con el número de hijos porque las familias de pocos recursos económicos, especialmente los que viven en el campo, ven a los hijos como fuente de riqueza por la mano de obra que representan.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Una sociedad enferma que mata a los homosexuales

Había una vez un estudiante que decidió darle la cara a una sociedad enferma que considera a los homosexuales como personas enfermas o anormales y que merecen ser excluidos y acosados hasta llevarlos a la desesperación y el suicidio.

Esa es la historia de Sergio Urrego, un adolescente de 16 años, a punto de terminar su bachillerato y con unas ganas intensas de vivir la vida y construir su futuro, sino hubiera sido por la cadena de ob
stáculos crueles que tuvo que sortear junto con sus padres valientes, pero que al final lo agotaron hasta la muerte.

El matoneo que sufrió Sergio y que se hizo visible después de su muerte, gracias a la decisión de su adolorida madre de publicarlo en los medios, es la punta del iceberg que sacude a Colombia y al mundo entero. Lo más doloroso en este caso particular es que el acoso no llegó de sus compañeros de clase, sino de las propias directivas y docentes que, sea por acción u omisión, permitieron que el círculo de abuso y presiones indebidas se hiciera cada vez más estrecho hasta asfixiar a la víctima. Dolorosa verdad que las autoridades tendrán que esclarecer para sentar precedentes.

Ya no deberíamos insistir en que ser homosexual es sinónimo de delincuente, depravado o enfermo; la ciencia afirma categóricamente que la orientación sexual es sólo eso, una atracción afectiva o erótica hacia otra persona, de igual o diferente género, y no hay por qué preguntarle al otro el por qué se siente atraído hacia alguien en especial. Nadie tiene por qué sentirse obligado a “confesar” o explicar su atracción sexual.

Sin embargo, una gran mayoría de personas que aseguran ser tolerantes, miran y tratan a los homosexuales como bichos raros que ejercen mala influencia sobre los niños y jóvenes y merecen quemarse en el infierno. Ese concepto errado y malvado es lo que explica el matoneo de una sociedad enferma que excluye también a los indígenas, a los afrodescendientes, a los discapacitados e incluso a los ancianos.

Si alguien no cumple las expectativas que la sociedad ha establecido para hombres y mujeres, está expuesto al acoso, burlas, desprecio e incluso la muerte. Un amanerado será acosado por ser “gai”, o una niña que quiera jugar fútbol va a ser señalada de “marimacha”. Según  una investigación realizada en 2010, conocida como la línea base de la política pública para garantizar los derechos de la comunidad LGBTI en Bogotá, encontró que el 56% de estas personas ha sido discriminada en colegios y universidades debido a su orientación o identidad sexual.

El informe Forensis de Medicina Legal de 2013 asegura que el acoso por razones sexuales induce al suicidio de igual manera o más que el consumo de alcohol o de sustancias sicoactivas y la edad más vulnerable está entre los 15 y 24 años.

Padres de familia, educadores y toda una sociedad debemos empezar a mirarnos en nuestro interior para sanar el desprecio y rechazo a seres humanos como Sergio, quien escribió en su carta de despedida esta hermosa frase:“mi sexualidad no es mi pecado, es mi paraíso.”

“Prometí nunca quedarme en silencio donde y cuando haya seres humanos soportando sufrimiento y humillación. Siempre debemos tomar partido. La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio anima al que atormenta, nunca al atormentado”. Eli Wiesel, Premio Nobel de Paz 1986. 

martes, 9 de septiembre de 2014

El miedo al despertar sexual de los adolescentes

No deja de extrañar que un padre de familia, culto y de clase alta, interrumpa una conferencia sobre la sexualidad de los adolescentes, para acusar a los profesores de “inducir al sexo temprano” a los alumnos y alumnas del plantel, por el programa de educación sexual implementado en esa institución educativa.

En primer lugar, habría que preguntarse qué significa “inducir al sexo” a los menores: ¿hablarles temprano de la sexualidad de forma natural y espontánea?,  ¿o reunirlos para enseñarles los cambios de su cuerpo y las reacciones físicas y emocionales de la adolescencia?, ¿o educarlos para la prevención de embarazos e infecciones?
Si bien la sexualidad ha sido un tema tabú desde hace varios siglos, en el terreno de la sexualidad infantil y adolescente el misterio y los temores son más numerosos. Muchos adultos ni siquiera hablan de sexo con sus hijos creyendo que el silencio les va a evitar la curiosidad, por demás normal y sana, sobre los temas sexuales.

Las actividades de educación sexual en los colegios están sujetas a críticas y censuras de algunos padres de familia o grupos fundamentalistas que insisten en evadir el conocimiento sexual al que tienen derecho los menores.

El caso reciente ocurrido en la población de El Carmen de Bolívar (Colombia), donde más de 300 niñas que fueron vacunadas contra el VPH y luego presentaron síntomas relacionados con la vacuna, pone de relieve la creencia de las personas a “estimular” la vida sexual de las niñas si se les enseña a manejar su sexualidad responsablemente desde temprano. En este caso específico, los expertos han concluido que se trata de una sugestión colectiva y descartaron que la vacuna fuese la responsable del malestar de las menores.

Todo lo relacionado con la sexualidad, especialmente de las niñas, puede causar miedo. ¿Acaso una madre no se inquieta cuando su niña empieza a crecer y volverse una mujer? Creemos erróneamente que si le hablamos de sexo a una adolescente,  se va a “alborotar” y transformarse en una "Mujer de la calle y no de la casa".

Si aplicamos una vacuna que busca prevenir el cáncer de cuello uterino o si le enseñamos a un adolescente cómo se usa el condón, enseguida se disparan temores infundados sobre la sexualidad, cuando realmente todo adolescente inexorablemente llegará a sentir, amar y tener deseo sexual, por más que busquemos tapar el sol con las manos.

Más que reprimir o dejar de hablar de sexo con los hijos e hijas, debemos educarnos para luego educarlos a ellos con mensajes de respeto por sus cuerpos, de responsabilidad en las decisiones que tomen, y de amor propio y hacia los otros.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Día Mundial de la Salud Sexual

El 4 de septiembre se celebra  el Día Mundial de la Salud Sexual, fecha institucionalizada por la Asociación Mundial de Sexología (WAS) desde el 2010, para concientizar a la población mundial de que la salud sexual es tan importante para el bienestar de las personas, como lo es la salud física o mental.
Por eso, el tema de este Día Mundial de la Salud Sexual es “el Bienestar de la Sexualidad”, entendiendo a la salud sexual como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en el campo de la sexualidad, y no solamente la ausencia de enfermedades o dolencias.

Si un hombre o mujer se sienten bien consigo mismo y con los demás, ya se comienza a hablar de salud sexual, y no solo en el aspecto meramente sexual sino también en la calidad de las relaciones con los demás.

Es importante aclarar esto porque muchos creen que hablar de salud sexual es referirse exclusivamente a relaciones sexuales, embarazos o infecciones de transmisión sexual o VIH. La anterior apreciación es reduccionista porque enfoca la sexualidad como lo meramente biológico y reproductivo.

Nada más lejos que eso. La sexualidad es una dimensión humana amplia que involucra órganos genitales, hormonas sexuales, emociones, sentimientos, creencias, deseos y placer, entre muchos más elementos que componen la sexualidad.

En el Día Mundial de la Salud Sexual es necesario que todas las organizaciones gubernamentales y privadas, las asociaciones científicas y las personas que trabajamos por la salud sexual, redoblemos los esfuerzos para promover la idea de que todos y todas tenemos el deber de cuidar nuestra propia salud sexual y fomentar el acceso a la salud sexual de los demás.

Negar el acceso a los métodos de planificación a las adolescentes, obligar a las mujeres a ser madres sin importar sus reales deseos o necesidades, discriminar a los homosexuales, educar sexualmente a los niños y niñas en el miedo o culpa, o someter a las personas a la trata o esclavitud, son formas de negar el bienestar sexual  y, por ende, la salud sexual.