En el año 1965, llegaba a Bogotá un médico ginecólogo a desarmar las rígidas estructuras de una sociedad que se ufanaba porque sus mujeres tenían todos los hijos que Dios les mandaba.
Fernando Tamayo Ogliastri, después de regresar al país cargando unos “churruscos” o dispositivos intrauterinos, cometió “la osadía” de fundar a Profamilia.
La década de los 60´s fue una época en que la biología señalaba el destino de las colombianas que les aseguraba que su labor en la tierra era realizarse como esposas y madres, bajo la amenaza terrorífica de irse al infierno sino cumplían a cabalidad el papel que les había ordenado el poder divino.
Se inicia entonces una verdadera revolución en el campo de la sexualidad en Colombia: lograr que las mujeres empezaran a planificar ejerciendo, contra toda clase de oposiciones, el derecho a decidir el número de hijos y el momento para tenerlos. ¡Qué osadía la del Dr. Tamayo y sus colaboradores al enfrentarse con prejuicios y sanciones morales, sociales y religiosas!
Cuando Profamilia abrió sus puertas, ganaron las mujeres pero también sus familias y el país entero, aunque al comienzo muchas personas no lo vieron así. Gracias a la planificación familiar, el país redujo la tasa de fecundidad de 7 hijos en promedio, a 2.8 por familia, minimizando también los índices de pobreza.
Hoy después de 48 años y sin temor a equivocarnos, podemos asegurar que todo colombiano o colombiana conoce a Profamilia y la reconoce como una entidad seria y amigable. Todos somos parte de esta familia que tiene 33 centros de atención localizados en las principales ciudades del país, se sorprenderán con toda el agua que ha corrido debajo de este puente.
La atención que Profamilia les brinda a sus usuarios sobrepasa más allá de la calidez y esmero que les transmiten todos sus empleados. Esta entidad, que cumple 48 años, ha desarrollado una apertura lo suficientemente grande, como para que el país haya pasado de ser una sociedad cerrada en el campo de los derechos de las mujeres, los adolescentes, los desplazados, los diversos sexuales y otras poblaciones vulnerables, a convertirse en una nación que promueve y reconoce los derechos sexuales y reproductivos de todos y todas.
El trabajo incansable de estos 48 años ha pasado por Conquistas revolucionarias:
- Logran las primeras vasectomías y ligaduras de trompas en Colombia.
- Distribuir anticonceptivos a cientos de pueblos remotos.
- Afiliarse a la asociación más grande a nivel mundial que promueve y defiende los derechos sexuales y reproductivos, la IPPF o Federación Internacional de Planificación Familiar.
- Difundir sin temor en los medios de comunicación la necesidad de usar el condón.
- Traer al país la pastilla del día después.
- Ofrecer servicios especializados a los hombres y los/las adolescentes.
- Brindar programas de educación sexual virtual.
- Ayudar a muchas parejas a tener un hijo mediante sus programas de reproducción asistida, a través de la unidad de fertilidad.
- Tener servicios jurídicos especializados en familia.
- Desarrollar y liderar investigaciones y encuestas como la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS).
- Abrir espacios de debate sobre la diversidad sexual y la equidad de género.
El trabajo no para, Profamilia sigue logrando que nos sintamos orgullosos. Gracias Profamilia porque hace 48 años Colombia, Latinoamérica y el mundo, tiene una institución en la que confía sus derechos, su sexualidad, su salud sexual y su salud reproductiva.
¡Feliz cumpleaños y larga vida a Profamilia!
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