miércoles, 3 de julio de 2013

Cada día son menos encerrados en el clóset

No es fácil ser homosexual o trans a pesar de los avances importantes que se vienen presentando en todo el mundo con respecto al reconocimiento de los derechos de la población LGBTI (lesbianas, gays, transexuales e intersexuales).
 
Admitir la propia orientación o preferencia sexuales, y después, vencer el miedo a ser rechazado por la familia y amigos, no son tareas para nada fáciles. Las actitudes, los prejuicios y las creencias homofóbicas aún persisten en todas las regiones del mundo, y contra todo eso es que tienen que seguir luchando los diversos sexuales.
 
No todo el mundo está obligado a salir del clóset, como se le dice popularmente a quien decide mostrar ante la sociedad sus preferencias u orientación sexuales. Pero aquella persona que desee darle la cara a la sociedad y mostrarse abiertamente sin necesidad de esconderse, se le recomienda algunos tips que le facilitarán las cosas.
 
1.       Busque un confidente que no lo juzgue ni se escandalice. Puede ser un amigo o familiar que conoce su diversidad sexual desde hace mucho tiempo, pero, otros han vivido un calvario desde que eran niños porque todos lo rechazaban; si fue así, revise  si alguien cercano a usted puede servir de  colchón amortiguador de los golpes que la sociedad le ha dado.

2.       Si va a reunir a sus padres o a su familia para confesarles su diversidad sexual, no lo haga en ocasiones especiales como el día de la madre, un cumpleaños o la navidad. Busque otra fecha para hacerlo y sin mezclas de alcohol o drogas porque resulta contraproducente.

3.       No llore ni se muestre dramático cuando les cuente a lo
s demás su orientación o preferencias sexuales; usted no es menos que nadie ni tiene que asumir culpas. Conserve la calma.

4.       Si cree que alguno puede reaccionar con violencia, hágase acompañar de alguien que le apoye y pueda actuar como moderador.

5.       Al contarle a sus padres, no es necesario que tenga que hacerlo con el resto de la familia. Quizás los abuelitos, los tíos o primos, no sean tan comprensivos como su papá o mamá, y no vale la pena regar como pólvora su confesión.

6.       Si tiene una pareja, no la presente enseguida. Espere contar las cosas poco a poco para que sus familiares o amigos vayan digiriendo con tranquilidad lo que usted les ha contado.
 
7.       Lo importante es que usted tenga una alta autoestima y se acepte tal como es. Si después de salir del clóset, los suyos lo insultan y rechazan, por más doloroso que sea, no tiene por qué llevarlo a una depresión enfermiza. Mantenga la cabeza erguida y ármese de valor para seguir adelante con su propia vida, buscando su propia felicidad.

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