jueves, 26 de diciembre de 2013

El mejor Regalo en estas fiestas

La felicidad y la esperanza  son conceptos intangibles que nuestra cultura los relaciona con cosas materiales como el dinero, un  carro nuevo o una buena pinta; y no hay una época del año más propicia para reforzar esta creencia que las fiestas de fin de año.


Sin embargo, pensar que la felicidad nos la van a dar los bienes materiales, es iluso y hasta dañino. Seguro conocemos a personas adineradas que no son felices; y viceversa, existen muchas personas pobres que tienen una paz interior envidiable.


¿Tiene que ver la felicidad que todos buscamos con la sexualidad?

Al entender que la sexualidad es una parte de nosotros que nos da la capacidad de amar, de relacionarnos con los demás, de reír y llorar, y de sentir que somos más que animalitos con deseos primitivos, podemos concluir que los dos términos se acoplan perfectamente.

Si nos regalamos algo en navidad, o en la fiesta de fin de año o de reyes, que sea para disfrutar esa sexualidad hermosa que a veces descuidamos. ¿De qué sirve comprarnos cosas y más cosas, si no somos capaces de hacer sonreír a un niño o abrazar tiernamente a nuestro padre anciano?
Estas son cinco propuestas para elegir un buen regalo a nosotros mismos y disfrutarlo al máximo:

1.       Cambia o afloja un poco ese pensamiento que tienes sobre el sexo, sobre todo si tu pareja te está pidiendo que abran la mente a nuevas experiencias. No sirve de mucho quedarse anclado en la forma como fuimos educados sexualmente; habiendo cientos de maneras de aprender nuevas cosas, ¿por qué no nos damos ese regalito de leer y aprender un poco más de lo que nos enseñaron?

2.       Sonríe, ríe, pon a trabajar los músculos de tu cara; te ayudará a liberar endorfinas y a sentirte más contento. Los que están a tu lado se sentirán más a gusto de estar contigo y no querrán huir como sucede cuando vives malhumorado y protestando por todo.

3.       Llena de detalles tu vida: salir a mirar las luces navideñas, comprar ese libro que vienes postergando, pintar tu cuarto; en fin, hay un sinfín de cositas que puedes regalarte sin que necesariamente sean costosas y que te harán retozar como un niño.

4.       El perdón es la mejor curación para el alma. Perdonarnos a nosotros mismos por alguna embarrada del pasado, porque nos casamos con el menos indicado, o por cualquier otra situación que nos atormenta, es el mejor comienzo para gozar estas fiestas y empezar un nuevo año recargado. 

5.       Ya sea que tengamos pareja o no, el placer sexual es parte de la salud por la que brindamos el último día del año. Revisa tu armario de deseos y satisfacción sexual. Si es necesario, consulta al especialista y quema como un muñeco de año viejo, la vergüenza, la culpa y la frustración que has acumulado en tu vida sexual; eso te va a renovar por dentro y con seguridad se refleja en la imagen que les muestras a los demás.

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