Las niñas y adolescentes son las más afectadas en el mercado de tráfico de personas, prostitución y esclavitud sexual. En los pueblos que bordean las carreteras colombianas, decenas de pequeñitas, apenas púberes, son entregadas por sus padres a los conductores de camiones y tractomulas para que éstos las accedan sexualmente a cambio de unos cuantos pesos.
• UNICEF menciona a Colombia como uno de los veinte países del mundo donde las niñas son forzadas a participar en el conflicto armado, ya sea como combatientes, como esclavas sexuales o cocineras.
• La prostitución es considerada como una profesión y así merece serlo. Pero no podemos olvidar que la mayoría de las mujeres no entran a la prostitución “porque les gusta”. La pobreza, la falta de oportunidades laborales, la falta de educación primaria, la violencia sexual desde niñas y el maltrato físico, obligan a más del 90% de las mujeres a ingresar al sórdido mundo del comercio sexual.
• El sueño de muchas mujeres, desde que son niñas, es ser modelos y desfilar en pasarelas internacionales. Esta fantasía es aprovechada por las redes mundiales de trata de personas; según Carlos Andrés Pérez, asesor jurídico del proyecto Lucha contra la Trata de personas de la UNODC (Oficina de ONU contra la Droga y el Delito), tres de cada diez mujeres caen en manos de estas mafias porque son engañadas con el pretexto de convertirlas en grandes modelos.
• Los medios de comunicación utilizan a la mujer como “gancho sexual” para sus estrategias de comercialización o para los programas “shows”. Se realza la imagen de la ama de casa, esposa u objeto sexual en los comerciales y se esconden o niegan los nuevos roles femeninos; y en las novelas, se enfrenta la mujer virgen, inocente, sacrificada, con la amante, prostituta, despiadada y provocadora, merecedora cada una, de premios en el caso de la primera, o de castigos en el caso de la segunda.
Lo más preocupante de esta situación es que son pocos los avances de las agencias de medios en quitarle a la mujer el rótulo de belleza y objeto sexual que exigen en sus castings.
• Según cifras del DANE, 1.700.000 niños trabajan en Colombia cuando deberían estar estudiando. Los sectores más críticos son los azucareros, mineros y los servicios domésticos, siendo este último el que más involucra a las niñas a las cuales se les niega su educación y son víctimas potenciales de maltratos y abusos sexuales por parte de sus patronos.
Con este pequeño recuento de la situación triste que viven millones de niñas, adolescentes y adultas, ¿es conveniente celebrar el día de la mujer sólo con chocolates o flores? ¡Piénselo!
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