Hace algunos años, el día del padre no se celebraba ruidosamente como ocurre hoy en día; algunos bromeaban y trataban de explicar la aparente apatía hacia esa fecha, argumentando que a los papás no se les quería igual que a las mamás. Por fortuna, poco a poco se ha ido desmitificando la creencia de que los padres de familia “valen menos” que las madres gracias a la nueva actitud de los hombres que cuidan y atienden a sus hijos, incluso muchos de ellos solos sin la compañía de una mujer.
Tiempos atrás nadie se imaginaba a un futuro papá acompañando a su esposa a hacerse una ecografía y menos aún cambiando los pañales sucios de su bebé. Ya muchos hombres han entrado en la onda de los padres que llamo “peluches”, en el sentido de que son tiernos, amorosos y dedicados a sus hijos e hijas desde que nacen.
La experiencia de ser papá es única y cada hombre la vive de manera diferente. Algunos son parcos y observan de lejos la forma como la mamá cuida de su hijo; otros demuestran el afecto sin que les dé pena e incluso se atreven a hablarle al bebé a media lengua, cosa que nunca antes nos hubiéramos imaginado de los hombres.
Culturalmente se cree que los papás son los garantes de la disciplina y el control de la conducta de los hijos, mientras que las mamás simbolizan el amor y entrega incondicionales a su prole. Sin embargo, la evolución de las sociedades ha diluido estos roles, ya sea por necesidad, por subsistencia u otras razones.
A diario, vemos a papás solteros, viudos o separados, que han sacado adelante a sus hijos y les ha tocado liberar “su lado femenino”, especialmente cuando tienen hijas a su cargo. De verdad me tocó profundo en el corazón, cuando escuché a un papá la manera como le explicaba a su niña de 11 años la forma correcta de usar las toallas higiénicas.
Los padres modernos tienen un protagonismo real en el vínculo con sus hijos; del antiguo proveedor y figura de autoridad, casi que de miedo, el nuevo papá ha pasado a involucrarse de lleno en la preparación de los biberones, en la guía para las tareas escolares o en llevar al pequeño a la cita médica.
Bienvenidos estos nuevos padres “peluches” que gozan la crianza de sus hijos e hijas y fomentan así una nueva relación padre-hijo que ayuda a la construcción de un mundo mejor.
¡FELIZ DÍA DEL PADRE!
Muy apropiado el artículo, cada vez se encuentran más hombres gozándose su rol de padres, lo más importante es que sus hijos/as son felices encontrando a sus pápás en su día a día!!
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