lunes, 25 de noviembre de 2013

Día Mundial contra la Violencia a la Mujer.

Ocho señales del hombre violento: aprende a detectarlas

La violencia contra la mujer ha sido descrita por  la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, como “uno de los grandes dramas de nuestro tiempo”, y alcanza niveles de impunidad escandalosos.

Las campañas a nivel mundial contra la violencia a la mujer parece que son poco útiles y no llegan a prevenir o eliminar todos los casos de violencia que se conocen a diario. Mientras tanto, las mujeres se quedan calladas, creen que se merecen el abuso, o se atreven a denunciar pero chocan con autoridades negligentes o una justicia lenta.

Una de las armas contra la violencia a la mujer es que ella pueda identificar al abusador para que actúe a tiempo, antes de que la espiral de violencia la atropelle. Veamos algunas señales:

1.       El hombre violento puede ser un “buena gente” con todo el mundo, menos con los de casa; es especialista en menospreciar el ser y el hacer de las mujeres y usa palabras humillantes que deterioran la autoestima y seguridad de los que le rodean.

2.       El abusador puede ser un hombre tierno y caballeroso y, de un momento a otro, cambiar su estado de ánimo. Cualquier cosa por mínima que sea le dispara la violencia sin que la víctima entienda la razón de su rabia.

3.       Trata de controlar la vida de su pareja, ya sea en el dinero, las amistades o su círculo familiar. Tiende a ser celoso y posesivo lo que, al principio, le gusta a ella porque siente que “la quiere”. Gradualmente logra dominar totalmente su vida y no resiste que ella busque la libertad.

4.       El hombre violento tiende a culpar a su pareja, a su madre o a otras mujeres, de la violencia que ejerce contra ellas. Si acaso asume la responsabilidad del acto violento, pide perdón pero pronto vuelve a cargarse de violencia repitiendo este ciclo una y otra vez.

5.       El abusador maneja estereotipos de género marcados; asume al pie de la letra que la mujer debe ser sumisa, cuidadora del hogar y de los hijos, mientras que él puede ser agresivo y dominante porque “es el que manda”. Acepta a regañadientes el compartir la autoridad en su casa o simplemente se resiste a ello.

6.       No concurre a buscar ayuda por su propia cuenta así esté metido en la espiral de violencia; sólo acepta que tiene un problema por solicitud de una autoridad o de su pareja, pero en la mayoría de casos, le es difícil detener la violencia y cae una vez más a pesar de las promesas que hace.

7.   Recurre al acoso y espionaje tratando de buscar aliados, ya sea los hijos que sigan a su mamá, o un amigo que vigile a su pareja en el trabajo. Tienden a ser desconfiados.

8. El hombre violento se encuentra en cualquier grupo social, étnico o religioso; en el analfabeta o ilustrado; en el que abusa del alcohol o drogas o en el abstemio. Es decir, no hay un perfil único que identifique al abusador de mujeres. En ese detalle está el que aprendamos a detectar a tiempo esas señales sutiles y ocultas de violencia contra la mujer.


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