jueves, 13 de marzo de 2014

Se casaron, tuvieron hijos y… ¿fueron felices?


Dicen que las bromas y dichos populares reflejan los deseos y pensamientos de la gente. Si alguien revisa todas las cosas que se dicen sobre el matrimonio, por ejemplo, podrá encontrar la cantidad de frases que hablan acerca del deseo de las mujeres de casarse, “amarrar” al tipo o tener muchos hijos.

Pero, así como el mundo va cambiando, las expectativas de las personas también lo hacen. Las mujeres de ahora no perciben el matrimonio como las abuelas, quienes sentían su realización plena cuando salían de la iglesia, recién casadas y dispuestas a tener una familia grande.

Una de las conclusiones del estudio a profundidad que realizó Profamilia, junto al Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unpfa),  la Fundación Hernán Echavarría Olózaga y la Fundación Corona, con base en las Encuestas de Demografía y Salud realizadas entre 1990 y 2010, ratifica lo que muchas colombianas sienten acerca del matrimonio: las uniones libres se triplicaron entre 1964 y 2005, mientras que los índices de matrimonios se redujeron de un 30 por ciento en 1995 al 10 por ciento en el 2010.

Los sociólogos y sicólogos vienen revisando los cambios estructurales de las relaciones de pareja modernas y coinciden en que el matrimonio dejó de ser el  lugar ideal de desarrollo de la mujer, y la soltería ya no es vista como un estado civil indeseado y solitario. Ahora es más fácil entrar y salir de una relación de pareja y por ello muchas personas prefieren una relación sin etiquetas al estilo de “hasta que la muerte los separe”.

Esta concepción alejada de los cánones tradicionales se refleja en las estadísticas que revelan que los hogares  unipersonales se cuadruplicaron entre 1978 y 2008, al pasar del 3 al 11 por ciento. Se calcula que casi la mitad de niños (48 por ciento) se cría dentro de una unión libre, y el 28 por ciento en un matrimonio.
 
De igual forma, han aparecido diferentes tipos de familias. El 32 por ciento de niños viven solo con la mamá, el 3 por ciento solo con el papá y el 7 por ciento con ninguno de los dos. Estas nuevos tipos de familias son producto tanto de los nuevos estilos de parejas, como de la tendencia de muchas mujeres de tener  a sus hijos sin el apoyo del compañero.

Estos hallazgos muestran las nuevas maneras como las mujeres viven su sexualidad, con  valores y metas que no necesariamente van de la mano con el matrimonio. Algunos dicen que es egoísmo, otros dicen que es miedo al compromiso duradero, y hay quienes opinan que es un estilo de vida autónomo de nuestras mujeres. ¿Qué opina usted?

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