En Colombia, el cáncer de seno presenta una mayor incidencia en mujeres entre los 35 y los 70 años, según el estudio ACM1 de la Asociación Colombiana de Mastología; las cifras también revelan que una de cada tres mujeres diagnosticadas tienen menos de 50 años.
Por este motivo resulta indispensable aprender las medidas que pueden reducir el riesgo de contraer cáncer de seno y cómo se puede detectar oportunamente la enfermedad.
Existen muchos factores de riesgo para desarrollar cáncer de seno.
Hay unos que no podemos controlar, como el sexo (es una enfermedad 100 veces más común entre mujeres que entre hombres), la edad, factores genéticos, historia familiar y personal de la enfermedad, tener piel blanca, tener tejido mamario denso y un mayor número de períodos menstruales.
Otros factores de riesgo están relacionados con el estilo de vida, como la maternidad (no tener hijos o tenerlos después de los 30), fumar, el exceso de alcohol y el sobrepeso. Con algunos anticonceptivos orales el riesgo se incrementa levemente durante el tiempo de uso, y algunas terapias de reemplazo hormonal después de la menopausia también podrían incrementar el riesgo.
No hay manera segura de prevenir cáncer del seno. Sin embargo, se puede reducir el riesgo modificando el estilo de vida. En Profamilia ofrecemos consulta de seno, donde las pacientes pueden acercarse para que un especialista haga una valoración y resuelva todas sus inquietudes.
Se ha encontrado que tener una dieta saludable, no fumar y tomar alcohol con moderación puede reducir el riesgo de cáncer de seno. También es aconsejable mantener un peso saludable. Si tienes sobrepeso, puedes abordarlo reduciendo del número de carbohidratos que consumes cada día y haciendo más ejercicio. La lactancia materna también ayuda a reducir el riesgo.
Para saber si una persona tiene predisposición genética al cáncer de seno, se puede practicar los exámenes diagnósticos BRCA1 y BRCA2, que se hacen con una muestra de sangre a las mujeres con antecedentes familiares o personales de cáncer. Normalmente, los genes BRCA1 y BRCA2 producen una proteína que suprime tumores y ayuda a reparar el ADN dañado, contribuyendo a mantener intacto el material genético de las células. Cuando estos genes tienen una mutación o alteración, se afecta la producción de la proteína, incrementando el riesgo de que las células presenten alteraciones genéticas que, a su vez, aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de seno.
A las mujeres con riesgo genético de cáncer de seno se les recomiendan dos operaciones preventivas; la mastectomía profiláctica, que es la extracción del tejido mamario, y la salpingooforectomía profiláctica, que es la extracción de los ovarios y las trompas de Falopio. Las personas que recurren a la mastectomía tienen derecho a la reconstrucción del seno, que se hace ubicando implantes debajo de la piel y de los músculos del pecho.
En 2013, el tema fue noticia mundial cuando la actriz Angelina Jolie decidió hacerse ambas operaciones y tener una reconstrucción de senos, provocando el llamado "efecto Jolie", que si bien ha creado concientización, también ha llevado a que muchas pacientes pidan tratamientos agresivos que en sus casos no son necesarios, pues esta alternativa terapéutica es excepcional y sólo para cuando hay predisposición genética, que no ocurre en más del 10% de los casos diagnosticados.
El primer síntoma suele ser un bulto que se siente diferente al resto del tejido mamario.
Entre otros síntomas de cáncer de seno están:
- Que uno de los senos se vuelva más grande o esté más abajo que el otro.
- Un cambio en la forma o la posición de un pezón, o inversión del mismo.
- Arrugas de la piel o formación de hoyuelos.
- Erupción en o alrededor de un pezón, secreción del pezón, dolor constante en una parte del seno o la axila, e inflamación debajo de la axila o alrededor de la clavícula.
Para detectar a tiempo el cáncer de seno se puede hacer una mamografía, que identifica pequeñas lesiones antes de que puedan ser palpables.
También es importante realizarse exámenes clínicos de seno. Durante el procedimiento, la mujer se desviste de la cintura para arriba y el ginecólogo primero observa los senos tratando de detectar si hay anomalías en su tamaño o forma, o cambios en la piel de los senos o de los pezones. Luego, usando las yemas de los dedos, el examinador palpa suavemente los senos.
Otra forma de detectar el cáncer de seno tempranamente es mediante el autoexamen de seno, que consiste en que la mujer palpe sus propios senos para detectar si tiene alguna anormalidad. Las mujeres que no sepan hacer el autoexamen pueden aprender en el examen clínico, preguntándole al profesional de la salud cómo hacerlo.
El autoexamen debe ser realizado como parte integral del autocuidado de cada mujer, por lo tanto puede hacerlo ella misma una vez al mes, cinco a siete días después de la menstruación, cuando la tensión del seno es menor. Es preciso hacerlo para prevenir o detectar a tiempo el cáncer de seno.
Estos son los pasos para realizar el autoexamen de seno:
1. Ubícate frente a un espejo, gira el tronco hacia la derecha y hacia la izquierda un par de veces e inspecciona ambos senos en busca de hoyuelos, desviaciones del pezón o descamación de la piel alrededor del pezón (areola).
2. Pon las manos detrás de la cabeza y haz presión, mueve los codos hacia arriba, hacia adelante y fíjate si aparecen hundimientos o abultamientos en cualquier parte del seno.
3. Con el mismo fin pon las manos sobre la cadera, presiona hacia abajo y hacia adentro.
4. Levanta el brazo izquierdo y con la mano derecha examina tu seno izquierdo. Desliza los dedos de la mano en forma circular alrededor de todo el seno. No olvides palpar también el pezón, la areola y la axila. Realiza el mismo procedimiento en el seno derecho, usando ahora la mano izquierda.
5. El examen culmina exprimiendo suavemente los pezones entre los dedos índice y pulgar. Si durante este procedimiento detectas secreción en alguno de tus senos acude al médico inmediatamente.
6. Los médicos recomiendan realizar los pasos 4 y 5 acostada. Ubícate bocarriba con una almohada o toalla doblada debajo de tu hombro. Levanta el brazo y ponlo sobre la cabeza. Esta posición distribuye el tejido mamario y permite detectar mejor las lesiones tumorales pequeñas. Con la mano derecha palpa el seno izquierdo y viceversa.
Por este motivo resulta indispensable aprender las medidas que pueden reducir el riesgo de contraer cáncer de seno y cómo se puede detectar oportunamente la enfermedad.
Factores de riesgo
Existen muchos factores de riesgo para desarrollar cáncer de seno.
Hay unos que no podemos controlar, como el sexo (es una enfermedad 100 veces más común entre mujeres que entre hombres), la edad, factores genéticos, historia familiar y personal de la enfermedad, tener piel blanca, tener tejido mamario denso y un mayor número de períodos menstruales.
Otros factores de riesgo están relacionados con el estilo de vida, como la maternidad (no tener hijos o tenerlos después de los 30), fumar, el exceso de alcohol y el sobrepeso. Con algunos anticonceptivos orales el riesgo se incrementa levemente durante el tiempo de uso, y algunas terapias de reemplazo hormonal después de la menopausia también podrían incrementar el riesgo.
¿Puede prevenirse el cáncer de seno?
No hay manera segura de prevenir cáncer del seno. Sin embargo, se puede reducir el riesgo modificando el estilo de vida. En Profamilia ofrecemos consulta de seno, donde las pacientes pueden acercarse para que un especialista haga una valoración y resuelva todas sus inquietudes.
Se ha encontrado que tener una dieta saludable, no fumar y tomar alcohol con moderación puede reducir el riesgo de cáncer de seno. También es aconsejable mantener un peso saludable. Si tienes sobrepeso, puedes abordarlo reduciendo del número de carbohidratos que consumes cada día y haciendo más ejercicio. La lactancia materna también ayuda a reducir el riesgo.
Para saber si una persona tiene predisposición genética al cáncer de seno, se puede practicar los exámenes diagnósticos BRCA1 y BRCA2, que se hacen con una muestra de sangre a las mujeres con antecedentes familiares o personales de cáncer. Normalmente, los genes BRCA1 y BRCA2 producen una proteína que suprime tumores y ayuda a reparar el ADN dañado, contribuyendo a mantener intacto el material genético de las células. Cuando estos genes tienen una mutación o alteración, se afecta la producción de la proteína, incrementando el riesgo de que las células presenten alteraciones genéticas que, a su vez, aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de seno.
A las mujeres con riesgo genético de cáncer de seno se les recomiendan dos operaciones preventivas; la mastectomía profiláctica, que es la extracción del tejido mamario, y la salpingooforectomía profiláctica, que es la extracción de los ovarios y las trompas de Falopio. Las personas que recurren a la mastectomía tienen derecho a la reconstrucción del seno, que se hace ubicando implantes debajo de la piel y de los músculos del pecho.
En 2013, el tema fue noticia mundial cuando la actriz Angelina Jolie decidió hacerse ambas operaciones y tener una reconstrucción de senos, provocando el llamado "efecto Jolie", que si bien ha creado concientización, también ha llevado a que muchas pacientes pidan tratamientos agresivos que en sus casos no son necesarios, pues esta alternativa terapéutica es excepcional y sólo para cuando hay predisposición genética, que no ocurre en más del 10% de los casos diagnosticados.
Síntomas
El primer síntoma suele ser un bulto que se siente diferente al resto del tejido mamario.
Entre otros síntomas de cáncer de seno están:
- Que uno de los senos se vuelva más grande o esté más abajo que el otro.
- Un cambio en la forma o la posición de un pezón, o inversión del mismo.
- Arrugas de la piel o formación de hoyuelos.
- Erupción en o alrededor de un pezón, secreción del pezón, dolor constante en una parte del seno o la axila, e inflamación debajo de la axila o alrededor de la clavícula.
Detección temprana
Para detectar a tiempo el cáncer de seno se puede hacer una mamografía, que identifica pequeñas lesiones antes de que puedan ser palpables.
También es importante realizarse exámenes clínicos de seno. Durante el procedimiento, la mujer se desviste de la cintura para arriba y el ginecólogo primero observa los senos tratando de detectar si hay anomalías en su tamaño o forma, o cambios en la piel de los senos o de los pezones. Luego, usando las yemas de los dedos, el examinador palpa suavemente los senos.
Otra forma de detectar el cáncer de seno tempranamente es mediante el autoexamen de seno, que consiste en que la mujer palpe sus propios senos para detectar si tiene alguna anormalidad. Las mujeres que no sepan hacer el autoexamen pueden aprender en el examen clínico, preguntándole al profesional de la salud cómo hacerlo.
El autoexamen debe ser realizado como parte integral del autocuidado de cada mujer, por lo tanto puede hacerlo ella misma una vez al mes, cinco a siete días después de la menstruación, cuando la tensión del seno es menor. Es preciso hacerlo para prevenir o detectar a tiempo el cáncer de seno.
Cómo hacer el autoexamen de seno
Estos son los pasos para realizar el autoexamen de seno:
1. Ubícate frente a un espejo, gira el tronco hacia la derecha y hacia la izquierda un par de veces e inspecciona ambos senos en busca de hoyuelos, desviaciones del pezón o descamación de la piel alrededor del pezón (areola).
2. Pon las manos detrás de la cabeza y haz presión, mueve los codos hacia arriba, hacia adelante y fíjate si aparecen hundimientos o abultamientos en cualquier parte del seno.
3. Con el mismo fin pon las manos sobre la cadera, presiona hacia abajo y hacia adentro.
4. Levanta el brazo izquierdo y con la mano derecha examina tu seno izquierdo. Desliza los dedos de la mano en forma circular alrededor de todo el seno. No olvides palpar también el pezón, la areola y la axila. Realiza el mismo procedimiento en el seno derecho, usando ahora la mano izquierda.
5. El examen culmina exprimiendo suavemente los pezones entre los dedos índice y pulgar. Si durante este procedimiento detectas secreción en alguno de tus senos acude al médico inmediatamente.
6. Los médicos recomiendan realizar los pasos 4 y 5 acostada. Ubícate bocarriba con una almohada o toalla doblada debajo de tu hombro. Levanta el brazo y ponlo sobre la cabeza. Esta posición distribuye el tejido mamario y permite detectar mejor las lesiones tumorales pequeñas. Con la mano derecha palpa el seno izquierdo y viceversa.
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