viernes, 26 de abril de 2013

Abuso sexual infantil más cerca de lo que cree! Ayúdenos a erradicarlo


Cuando hablamos de los niños y niñas del mundo infortunadamente tenemos que referirnos también a los abusadores sexuales. Esos adultos que pueden estar al lado de su pequeño familiar, viviendo en la misma casa o, incluso, durmiendo en la misma cama, sin que nadie se percate de su peligrosidad.

Aunque parezca increíble la mayoría de abusadores sexuales infantiles son familiares cercanos al niño o niña. Puede ser el papá, el padrastro, el abuelo, el tío, el hermano o el mejor amigo de todos. No es que debamos vivir paranoicos pero sí debemos estar alertas ante cualquier señal, sutil o evidente, de que algo raro está pasando con el niño o adolescente de la casa.

Muchas veces los padres pecan por “inocentes” hoy queremos invitarnos a que observen, escuchen y detecten los rasgos o señales de un posible abusador sexual. El abuso sexual puede estar sucediendo delante de usted y aún no te has dado cuenta.
 
 
El abusador sexual no tiene “cara de malo o de violador”; si esperas ver esto nunca vas a descubrirlo. Un abusador de niños y niñas puede ser el padre de familia, ejecutivo u obrero, cariñoso y ejemplar, tímido o extrovertido, o bien un líder religioso o comunitario que todo el mundo adora y respeta. Por eso es difícil detectarlo a simple vista.
 
Aunque es difícil encuadrar al abusador en un solo esquema, los expertos han definido el perfil del abusador sexual infantil así:
 
* Hombres heterosexuales y no gays como cree el común de la gente.

* Simpáticos en el trato a los demás, se ofrecen a hacer favores y a cuidar a los pequeños cuando los papás tienen que salir de casa.
 
* Muchos de los abusadores sexuales tratan de buscar oficios que los mantengan cercanos a los niños y niñas: conducir una ruta escolar, entrenar un equipo deportivo, entrar al seminario o a la iglesia, en fin, cualquier profesión o actividad que les permitan tener cerca a los pequeños.

* No es extraño que el abusador infantil demuestre fuertes creencias morales o religiosas y por ello, es posible que un adulto no le crea a su hijo o hija que acusa a esa persona “correcta”.

Recuerde que cualquier persona, hombre o mujer, puede ser un abusador sexual infantil. Esté alerta y no descuide a sus hijos e hijas.

jueves, 11 de abril de 2013

La Mùsica: Otra forma de enseñar Sexualidad

“No voy para la rumba si no hay condón… de pronto me emborracho tomando ron”, dice el estribillo de una canción que compuso Munano, un artista y trabajador social de Cali, que ha impuesto en las redes sociales una novedosa manera de realizar educación sexual.
 
Este cantante de hip hop se muestra preocupado por los jóvenes “que no miden sus impulsos”, según sus propias palabras, que se embarazan desde los 12 años. Su canción hace parte de los conciertos y actividades comunitarias donde se reparten condones mientras los chicos y chicas repiten su canción: “no voy para la rumba si no hay condón…”.

¿Puede lograrse una educación sexual con música?

La música alegra el espíritu, incita a la alegría e invita a compartirla con los demás. Las letras de las canciones de cualquier género, moldean la forma de pensar o de sentir de las personas, de manera inconsciente. Por ejemplo, si uno repite cantando; “esta noche me voy a emborrachar, me voy a emborrachar…”, lo mínimo que uno desea es que llegue la noche para tomar y, quizás, emborracharme.
 
Ese efecto, positivo o negativo, de la música se puede aprovechar para hablar de sexo con los niños y jóvenes. Profamilia ha demostrado que, mediante la música se pueden transmitir mensajes de sexualidad responsable, placentera y libre de violencia; este tipo de educación sexual lúdica lo ha realizado con diferentes artistas, conciertatorios y actividades recreativas y lúdicas con gran contenido educativo.
 
Si un profesor descubre que a sus alumnos les gusta cantar y bailar, no importa el género musical, ¿por qué no le puede sacar provecho a esto? Una actividad musical en una charla o taller de educación sexual será interesante, dinámica – ¡no lo dudo! y provechosa.
 
Si eres creativo, llévales la propuesta a tus estudiantes y escúchalos. Te aseguro que vas a encontrar nuevas formas de abordar temas sexuales sin que los alumnos se aburran ni se distraigan.

 

martes, 2 de abril de 2013

¿Eres agresiva con otras mujeres?



El común de la gente afirma que las mujeres critican, juzgan y condenan más a las mujeres que a los hombres. Si uno analiza el por qué de esa actitud, nos parecería ilógica e incomprensible, en un mundo que subestima, discrimina y violenta precisamente a las mujeres; entonces, ¿ están las mujeres ayudando a envilecer aún más el trato a ellas mismas y a otras mujeres ?



La razón de este artículo no es analizar las causas sicológicas, sociales o culturales que explican dicho fenómeno, lo que se busca con este escrito es invitar a los lectores a detectar esas señales de “misoginia” que demuestran las mujeres con comentarios, gestos o comportamientos. Porque así como lo leen, las mujeres también pueden ser misóginas: odiar, rechazar o discriminar a las mujeres sólo por ser mujeres y no por otra razón más.


·         ¿Alguna vez has preferido que tu jefe o compañero de escritorio sea un hombre  porque las mujeres  son malas jefes o unas compañeras chismosas?


·         ¿Si eres mujer jefe, le aplicas más duro las normas laborales a las subalternas  que a los subalternos hombres?


·         ¿Prefieres a los hombres de tu casa que a las mujeres en cuanto a otorgar privilegios, como darles la mejor porción de comida o dejarlos descansar cuando llegan de la calle?


·         ¿Cómo mujer, insistes en que el primer hijo debe ser un varoncito porque en toda familia se necesita un hombre que la represente con su apellido?


-         ¿Asumes que las mujeres son débiles y por eso no aceptas que tu hermana o amiga te acompañe a hacer diligencias porque si ocurre un incidente en la calle, lo que se necesita es un hombre fortachón y valiente para defenderte?


La misoginia sobrevalora el mundo masculino e incita a despreciar lo femenino. Y las mujeres, en ocasiones, asumimos conductas u opiniones que denotan competencia, envidia o celos hacia nuestro propio mundo.


La fraternidad entre mujeres ha sido llamada sororidad (de “sor”: hermana) y significa que ninguna mujer está jerarquizada y, por lo tanto, ninguna debe “montársela” a otra, porque eso es también violencia. Algunos autores han descrito la sororidad como un pacto político de género en el cual ninguna persona tiene más valor que otra.


Sólo reconociendo a las mujeres como hermanas en la construcción de una nueva sociedad equitativa  en la cual se reconozcan y respeten como mujeres válidas y útiles, se podrà lograr lo que deseamos: el reconocimiento de las mujeres como personas con diversidad de opiniones, criterios y comportamientos, pero iguales en el respeto por los derechos.